Los precios responden a un tema de demanda estructural

Los precios responden a un tema de demanda estructural
Los precios responden a un tema de demanda estructural

PBI y urbanización en China, 2 temas que explican el fenómeno de la demanda china desde hace 20 años pero que no pierden actualidad

No caben dudas de que la firmeza de los precios internacionales se deben fundamentalmente a la demanda china, como desarrollamos en una nota desarrollada por Economía Láctea para la revista Infortambo luego del pico de precios del mes de marzo.

Una parte de dicha nota está orientada a responder si lo que está pasando en China es por una coyuntura, porque quieren recomponer stock por ejemplo o si obedece a razones más estructurales.

Sabemos que uno de los indicadores que más correlaciona con el consumo de lácteos es el PBI y en este sentido China no es la excepción.

En el gráfico se puede ver la relación entre PBI y consumo de litros equivalentes.

A nivel global el R2 de la ecuación de regresión que vincula ambas variables supera a 0,9 (el máximo es 1). Como decíamos, China no es la excepción, su R2 es 0,88, altísimo.

Sabemos las tasas de crecimiento del PBI chino y por lo tanto es lógico esperar que el consumo siga creciendo.

Según la fórmula de regresión, por cada 5% de crecimiento del PBI, el consumo podría crecer 1.150 millones de litros equivalentes. O sea que 2 años de crecimiento de China a tasas chinas (8%) representan un crecimiento potencial del consumo de lácteos equivalentes a aproximadamente todos los litros equivalentes exportados desde Argentina.

Si bien la correlación con el PBI es algo que se repite en todas las economías, en el caso chino se sumó otro factor que si bien tiene que ver con el crecimiento económico es un driver del aumento de consumo en si mismo, la urbanización.

A mediados de la década del ´90, cuando el fenómeno de China empezaba a afectar el comercio mundial, mucho se habló de la urbanización. En aquella época el 70% de la población china vivía en zonas rurales y de la mano del desarrollo empezaba un fuerte proceso de migración a las ciudades.

Las consecuencias que se esperaban eran las siguientes: 1-tener electricidad y a partir de esto poder contar con heladeras y consumir productos perecederos entre los que se encuentran los lácteos; 2-cambios de hábitos de consumo, pasando a un estilo de vida más occidental; 3-casas de comidas rápidas globales (Mc Donalds, Burger King, Pizza Hut, KFC) que se instalaron en las ciudades chinas a tasas que en algún momento costaba imaginar, abriendo en algún momento más de un local por día en promedio del año, fueron una vía de entrada del consumo de lácteos, sobre todo queso y helados. En los últimos años se sumaron cadenas como Starbucks que también demandan muchos lácteos. (Como ejemplo, el primer McDonalds de China se abrió en 1990, en 2017 habían 2.500 locales y para 2022 se proyecta alcanzar los 4.500. Esto supone una apertura promedio de 1,1 locales/día.)

Pasaron 25 años y la población urbana que en aquella época era el 30% en la actualidad supera el 60% y la pendiente de la curva de la migración anual no cambia, entre el 1,1% y el 1,3% de la población migra año a año a las ciudades.

Entonces probablemente la respuesta a la pregunta de si es un tema de coyuntura es no, todo indica que es estructural.

Pero esto no ocurre solo con los lácteos, las importaciones de maíz pasaron de 932.000 tn en el primer bimestre de 2020 a 4,79 millones de Tn en el primer bimestre de este año. Algo que también explica el por qué de los altos precios internacionales del cereal.

En los últimos 40 años de la mano de la tecnología la oferta de alimentos estuvo a la altura de la creciente demanda en cantidad y calidad.

La pregunta es si la oferta global estará en condiciones de ajustar a este nuevo nivel de demanda o si por el contrario habrá se instalará un nuevo nivel de precios.

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